Sofja Wassiljewna Kowalewskaja. Autor desconocido, Public domain, via Wikimedia Commons.

Kovalevskaya, Sofya

No me cabe duda de que las mujeres pueden realizar trabajos científicos tan bien como los hombres.

— Sofya Kovalevskaya. Matemática rusa, siglo XIX.

Hoy quiero hablaros de una mujer que ha sido un referente para nuestro Club de Lectura «Los Cerebritos del San José»: Sofya Vasílievna Kovalevskaya (Rusia, 15/01/1850 – Suecia, 10/02/1891).

Imaginaos el escenario: mediados del siglo XIX, las universidades rusas no permiten el acceso a las mujeres. Tampoco podían viajar sin la autorización del padre o acompañadas por el marido o hermanos varones.

Desde muy joven Sofya sintió un gran interés por los números y destacaba por su capacidad de razonamiento. Para conseguir la independencia necesaria que le permitiera ir al extranjero y perseguir sus estudios, a los 18 años logró el permiso de su padre para contraer un matrimonio nominal con el joven paleontólogo Vladimir Kovalevsky.

Esto le facilitó viajar a Alemania, primero a Heidelberg, donde pudo asistir a clase como oyente, y luego a Berlín. Allí logró impresionar al famoso matemático Karl Weierstrass, quien le dio clases privadas gratuitas y siempre la respaldó. En 1874, con tan solo 24 años, consiguió algo impensable: se doctoró en matemáticas en la Universidad de Göttingen. Fue la primera mujer en Europa en lograrlo en esta disciplina.

Su trayectoria es asombrosa y nos recuerda que la perseverancia siempre da sus frutos:

  • Primera catedrática de matemáticas en Europa: la Universidad de Estocolmo la contrató, convirtiéndola en la primera profesora titular de matemáticas en una universidad europea moderna. Abrió un camino que, hasta entonces, ni siquiera se vislumbraba para las mujeres.
  • Importantes aportaciones: sus investigaciones sobre ecuaciones diferenciales parciales y la rotación de cuerpos sólidos, entre otros, sentaron bases fundamentales en las matemáticas.
  • Un reconocimiento que hizo historia: ganó el prestigioso Premio Bordin de la Academia de Ciencias de París. Pensad un momento: una mujer logrando semejante reconocimiento en una época en la que la ciencia era territorio casi exclusivo de hombres.

Sofya Kovalevskaya representa ese espíritu que queremos en nuestro Club de «Los Cerebritos»: afronta los retos, desvela los enigmas y no te rindas jamás, porque tu propia historia puede ser la inspiración para quienes vengan después.


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